Miembros del Ejército Mexicano al mando del entonces coronel José Rodríguez Pérez, comandante del 27 Batallón de Infantería en Iguala, Guerrero, asesinaron y desaparecieron a seis de los 43 normalistas, reveló el subsecretario Alejandro Encinas Rodríguez, presidente de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa (CoVAJ).
“Se presume que seis de los estudiantes se mantuvieron con vida hasta cuatro días después de los hechos y que fueron ultimados y desaparecidos por órdenes del Coronel, presuntamente el entonces coronel José Rodríguez Pérez”, expresó Encinas Rodríguez en la conferencia de prensa del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Aunque en el informe de esa comisión se menciona textualmente que “el 30 de septiembre ‘El Coronel’ comenta que ellos se encargarían de limpiar todo y que ellos ya se habían encargado de los seis estudiantes que habían quedado vivos” en una bodega, es la primera vez que una autoridad federal identifica explícitamente a un militar en los hechos de la llamada Noche de Iguala.
José Rodríguez Pérez tenía el grado de Coronel cuando era el comandante del 27 Batallón de Infantería en Iguala y al año siguiente de los hechos fue ascendido a General Brigadier, contra quien un juez libró una de las 20 órdenes de aprehensión contra militares obtenidas por la Fiscalía General de la República (FGR).
Otro militar de alto rango involucrado en los hechos es el General Alejandro Saavedra Hernández, quien en 2014 era a su vez comandante de la 35 Zona Militar, con sede en Chilpancingo, y quien tuvo conocimiento de lo ocurrido la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014.
Igual que Rodríguez Pérez, Saavedra Hernández fue ascendido a General de división y ocupó los cargos de comandante de la novena Región Militar, inspector y Contralor General del Ejército y Fuerza Aérea y jefe del Estado Mayor de la Defensa Nacional.
Inclusive, ya en el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, fue director del Instituto de Seguridad Social para las Fuerzas Armadas hasta el 2 de marzo de 2021, cuando pasó al retiro.
Otros militares que están involucrados en los hechos de Iguala son el teniente de infantería Francisco Macías Barbosa, el mando inmediato superior del soldado Julio César López Patolzin, a quien se ordenó infiltrarse entre los normalistas y que desapareció junto con ellos.
Además, se menciona a los almirantes Marco Antonio Ortega, jefe de la Unidad de Operaciones Especiales, y Eduardo Redondo Arámburu, titular de la Unidad de Inteligencia Naval de la Secretaría de Marina (Semar).
Es la primera ocasión en que se persigue a tal cantidad de miembros del Ejército y la Marina, cuyo antecedente más inmediato fue el procesamiento contra siete soldados involucrados en el fusilamiento de 22 presuntos delincuentes, en Tlatlaya, Estado de México, en junio de 2014, tres meses antes de la Noche de Iguala.
De acuerdo con el informe de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del caso Ayotzinapa, los almirantes Ortega y Redondo, y el General Saavedra participaron como “enlaces operativos para desarrollar la investigación” denominada “verdad histórica” sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, encabezada por el exprocurador Jesús Murillo Karam, ahora preso por estos hechos.