A falta de aportaciones económicas y la tradicional kermés ocasionaron que la Diócesis de Cuernavaca considerara mandar a los futuros sacerdotes a sus casas
A un año de la pandemia de Covid-19, la Diócesis de Cuernavaca se ha visto en una situación casi de quiebre ante los meses de ausencia de feligreses derivado de las medidas sanitarias de distanciamiento social. El obispo, Ramón Castro Castro, reconoció que la falta de aportaciones ha afectado de manera significativa los gastos cotidianos de los santuarios y seminarios, como el de San José de Cuernavaca.
La casa de formación de jóvenes para el sacerdocio, dijo, ha vivido principalmente de las colectas que se hacen en las parroquias y de la kermés que se organiza anualmente en noviembre a favor del fortalecimiento de las vocaciones; pero en 2020, al no poder realizar ninguna de estás actividades, el Seminario entró “prácticamente en quiebra”.
Y es que expresó la contingencia sanitaria ha golpeado económicamente de un modo muy fuerte a toda la iglesia que vive de las limosnas, también conocidos como diezmo. La jerarquía católica tiene que pagar cerca de 400 mil pesos para su administración normal y otros casi 400 mil pesos para el Seminario Diocesano “San José”, solo en gastos ordinarios.
En este sentido, aseveró que la situación llegó a ser una hecatombe económica, tanto así que en reunión con sus superiores consideraron regresar a los futuros pastores a sus casas porque no tendría dinero suficiente para darles de comer; esto no sucedió ante el apoyo de la ciudadanía y de los mismos sacerdotes, quienes desde sus parroquias han estado donando alimentos.
“Estuve hablando aquí en misa y mucha gente, sobre todo la gente muy sencilla ha estado ayudando, que si llevan despensas, alimento, 200, 300, 400 hasta 500 pesos, y ya como el semáforo nos lo permite comenzaron las celebraciones con presencia de fieles y comenzaron las colectas, entonces aunque sea poquito pero estamos sobreviviendo y saliendo adelante”.
De momento, expresó el líder religioso, Ramón Castro Castro, han sobrevivido con la ilusión de que con las colectas que se están haciendo les permitan “respirar con más tranquilidad”.
El Seminario Diocesano “San José” de Cuernavaca es la casa de formación para todos aquellos jóvenes que, discerniendo el llamado de Dios en sus vidas, han optado por un estilo de vida específico siguiendo una formación sacerdotal. “Es el alma y corazón de la Diócesis”, según su página oficial de redes sociales.
Este domingo 16 de mayo iniciará la colecta formal para el Seminario, mediante la cual seminaristas pedirán el apoyo económico de la feligresía y espiritual en las misas.
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