La diputada que representa al pueblo de Ocotepec en el Congreso, Andrea Gordillo Vega, llamó a las partes en el conflicto de gobernabilidad por el tema de seguridad, a la reconciliación por el bien de todos los ciudadanos de la capital.
Gordillo Vega, diputada por el I distrito electoral, consideró que lo que está sucediendo en uno de los 12 pueblos de Cuernavaca “es muy serio” y debe ser atendido con la responsabilidad que amerita.
Calificó de “terrible” el suceso en el que se vieron involucrados policías municipales y ronderos, y contribuyó a subir de tono la tensión que ya prevalecía entre el grupo que se asume como “autoridad” en Ocotepec y el gobierno capitalino.
Antes de que ocurra una desgracia, la legisladora por el mismo partido que fue electo el presidente municipal, José Luis Urióstegui Salgado, abogó por la reconciliación.
“Tenemos que ver por la reconciliación. Esto no puede pasar cuando ambos lados velar por la seguridad en el poblado, y de la sociedad en general”, declaró.
En ese sentido, dijo que es importante que las autoridades privilegien el diálogo para llegar a un acuerdo y fortalecer la seguridad en lo general, en especial cuando es el principal reclamo de los ciudadanos en general.
“Es lamentable que el policía hay sido violentado, pero es importante escuchar a las partes para ver por qué se ha llegado a tal situación y cómo se puede solucionar y evitar más casos de confrontación”, expresó.
Como se informó de manera oportuna, la tarde del miércoles, elementos de SEPRAC detuvieron al comandante de la ronda, Javier Méndez, en Paseo del Conquistador, tras percatarse que portaba un arma.
En respuesta, sus compañeros de la ronda retuvieron a un efectivo policiaco y lo trasladaron a las instalaciones de la Ayudantía del poblado, donde lo mantuvieron en calidad de rehén, a cambio de la liberación de Javier Méndez.
El hecho no hubiera pasado a mayores, si se hubiera desarrollado sin sobresaltos; sin embargo, implicó la confrontación de ambos grupos y un operativo policiaco para el “rescate” del policía, lo que aumentó la tensión que ya existía por altercados anteriores entre la SEPRAC y la ronda de Ocotepec, que blinda sus actuaciones “policiacas” en el régimen de usos y costumbres de la comunidad.
