La feria ambulante de Cuernavaca

La feria ambulante de Cuernavaca

Aunque muchos definen a Cuernavaca como una capital con alto sentido turístico y tiene como atractivo su clima, ubicación e infinidad de espacios, nunca ha podido consolidar un evento como una feria. Mientras otras entidades se les ubica por una celebración de esta magnitud, La Ciudad de la Eterna Primavera no ha podido. Los factores son muchos, los argumentos innumerables, los pretextos sobran, los obstáculos siguen vigentes y hasta hoy han sido sólo intentos, experimentos y ensayos, desde la Feria de la Flor o de las Flores, hasta la Feria de la Primavera, ninguna se ha consolidado y en todos los casos Cuernavaca tiene una feria ambulante.

Aunque se dice que la Feria de la Primavera tiene sus inicios en 1965 y era conocida como la Feria de la Flor en Cuernavaca, misma que comenzó en el antiguo espacio del Casino de la Selva; posteriormente en otro intento se ubicó en terrenos de Ocotepec, hoy invadido por “paracaidistas”; emigró a terrenos de Acapantzingo; avenida San Diego para luego ser suspendida por cinco años, pero este 2022 volverá a San Diego.

El experimentado periodista y cronista de la capital morelense, Hugo Calderón, recordó que la Feria de la Primavera en Cuernavaca se realizó por primera vez en 1965, siendo presidente municipal el licenciado Valentín López González, quien después sería cronista de la ciudad.

Sus mejores impulsores fueron, en su momento, los alcaldes Porfirio Flores y Alfonso Sandoval. El declive de la feria empezó en la era de los alcaldes panistas Sergio Estrada, José Raúl Hernández y Adrián Rivera.

En 2018 y 2019 no hubo Feria Cuernavaca, como se denomina ahora, porque el llamado Recinto Ferial de Acapantzingo estaba muy deteriorado. El año pasado, debido a la contingencia sanitaria, también fue suspendida. Durante el tiempo en que se ha desarrollado en la capital morelense, ha tenido diversos escenarios, en sus inicios fue en el Jardín Borda, años después en el parque Revolución y también se llevó a cabo en diversos terrenos en diversas ediciones.

“Recordamos que alguna vez el palenque se instaló en unos terrenos cerca de la gasolinera de La Selva. Hoy, en ese lugar se levanta una plaza comercial. También se realizó durante años en lo que fuera el Casino de la Selva, cuando éste lugar quedó prácticamente abandonado. Algunas veces la Feria Cuernavaca se realizó en terrenos de Ocotepec, al norte de la ciudad”.

Si bien, primero no se definía una fecha para su realización, el siguiente problema fue dónde hacerla, porque la capital morelense no tenía un espacio con el tamaño adecuado, pero si bien la tradicional Feria de la Primavera en Cuernavaca tiene una gran afluencia de visitantes en busca de pura diversión, en realidad no ofrece nada nuevo o algo distinto salvo los espectáculos que relativamente eran organizados y que no son comunes en la ciudad.

En varios momentos esta celebración en la capital ofrecía espectáculos: fiesta de las flores, teatro del pueblo, ballet, conciertos con artistas nacionales e internacionales, juegos mecánicos, convenciones, exposiciones, palenque, pista de hielo, casa del terror, sobre todo cuando funcionó en el Recinto Ferial de Acapantzingo.

Pero tras la era panista, por diversos motivos como la deuda del municipio y la disputa de empresarios –incluso con muertos- acabó con esta efervescencia que ya había ganado la feria, incluso después de esto fue suspendida en 2018 y 2019.

El argumento fue que el recinto ferial de Acapantzingo no se encontraba en buenas condiciones y también por seguridad. Para aminorar la decepción, en otras fechas hubo lo que llamaron “festejos alternos”, con algunas actividades para que los vecinos tengan la opción de divertirse. En 2020 fue la pandemia la que no hizo posible su celebración.

«El estancamiento de dicha feria tiene antecedentes y son el resultado de una prolongada e histórica red de corruptelas, mala planeación por parte del Ayuntamiento, los caprichos de los presidentes municipales en turno, el origen viciado del Recinto Ferial y el impacto del intenso desarrollo comercial propiciado en nuestra capital y su zona conurbada por grandes cadenas de tiendas de autoservicio y departamentales», escribió Guillermo Cinta, periodista y columnista con amplia trayectoria en Morelos.

Como si fuere provisorio sus argumentos son tan actuales como en el 2015 cuando fue inaugurada la feria, “los fracasos de la feria se han percibido con mayor intensidad en determinados trienios, como ocurrió con el de Adrián Rivera Pérez, alcalde cuernavacense de 2003 a 2006”, expuso.

En ese argumento explicaba que “la mejor época de la Feria Cuernavaca fue el bienio 2001-2002, con Carlos Pedroza, entonces secretario de Desarrollo Económico, y los regidores municipales Jesús Giles Sánchez y Víctor Sánchez Trujillo al frente del comité organizador, teniendo como escenario los terrenos de Acapantzingo, posteriormente inmersos en un conflicto de intereses y corruptelas sobre los pagos efectuados por el Ayuntamiento a cargo de José Raúl Hernández Ávila (periodo 2000-2003) a ejidatarios que vendieron ilegalmente esos predios”.

Y lo peor, la situación que se vivió en 2005: la administración de Adrián Rivera Pérez, al no disponer de aquel escenario, rentó en Jiutepec una exgranja avícola perteneciente a Guillermo León Flores, donde generó un serio problema de imagen a la feria proyectándola como un evento mal organizado y sin importancia. De nada sirvió entregarla en concesión al “empresario” Carlos Quiroz Maldonado, porque resultó un auténtico fiasco.

Y efectivamente al paso de los años, las predicciones de Guillermo Cinta se cumplieron, “según se observan las cosas, Cuernavaca difícilmente podrá disponer de un ‘Polyforum’ como el de León, Guanajuato, el recinto ferial más grande de México. Las comparaciones son odiosas, pero es necesario hacerlas para ubicar a la capital morelense y las autoridades municipales en su mediocre dimensión. Ese complejo consta de 67 hectáreas, divididas en tres zonas: área de exposiciones y convenciones, de recreación y de fomento a la cultura. Puede haber ahí, simultáneamente, noches tema, charreadas, peleas de gallos, funciones de cine en una pantalla de ‘Imax’ (la más grande de Latinoamérica) y toda clase de espectáculos y exhibiciones. No es un simple ‘tianguis’ o una enorme cantina como la Feria Cuernavaca. Además, el ‘Polyforum León’, cada año es sede de 78 convenciones y exposiciones importantes, logrando mantener mensualmente una ocupación promedio de 78 por ciento. Es decir: se trata de un recinto ferial autofinanciable”, y así desnudaba los experimentos en la capital morelense.

Señala que Cuernavaca no tendrá un evento grande y de gran impacto simplemente porque con el paso de los años se ha convertido en una “ciudad dormitorio” de la capital más grande de América Latina, pero además la invasión inmobiliaria puso en entredicho esa creencia de que la capital morelense es turística. Gradualmente la Feria de la Flor creada en 1965 se extinguió hace muchos años.

Para bien o para mal, ahora cinco años después de su suspensión, la tradicional Feria de la Flor de Cuernavaca volverá a instalarse este 2022. Este mes se informó que el cabildo de Cuernavaca aprobó que se lleve a cabo del 8 al 17 de abril en un terreno de la colonia Vista Hermosa de esta ciudad. “La intención es dar a conocer, en principio, nuestras flores, plantas, nuestra tradición con un pequeño ambiente”, argumento un funcionario.

En su idea, presumió que “la Feria de la Flor estará de regreso a Cuernavaca, más incluyente, ecológica y sustentable, como un escaparate para productores locales y la exposición de productos 100 por ciento cuernavacenses”.

Lo cierto, es que nuevamente la Feria de la Primavera volverá a cambiar de sede y demuestra su característica ambulante. Pero el anhelo de que Cuernavaca tenga una feria de altura y de gran presencia se diluye, en lo que Guillermo Cinta ha dicho siempre porque “vivimos en No-relos” y no en Morelos.

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