Dicen que una casa y los objetos que guarda son la mejor expresión de una persona, de su mundo y sus pasiones, pero cuando esa persona es María Félix —la máxima diva del cine mexicano y una de las mayores estrellas del cine mundial— su casa es un santuario y una muestra de su mundo interior, de su gusto personal, su talento artístico y hasta de su temperamento explosivo y audaz.
María Félix «La Doña», como era conocida en el mundo de la farándula, presumió por todo lo alto y sin aires de supremacía, los hogares donde pasó su vida.
Uno de ellos está ubicado en Cuernavaca y se denomina «La Casa de las Tortugas», un sitio extravagante y refinado.
Al ser una celebridad reconocida en México y diversos países, no fue extraño que también se hiciera de un lugarcito en Cuernavaca. Uno de los puntos que siempre han llamado la atención de los mexicanos por ser el lugar de la «Eterna primavera». Este lugar lo bautizó como «Las Tortugas» y tenía infinidad de objetos antiguos.
La protagonista de películas como «Doña Bárbara», «Doña Diabla», «La escondida», entre otras tenía un gusto muy particular por colocar diversos retratos de ella por todas partes, además de la platería de la que gozaba, pues decía que los mexicanos tenían la «enfermedad de la plata» y ella lo acataba al pie de la letra.
Sobre su casa en Cuernavaca dijo que estaba «hecha con amor y cuando yo hago algo con amor, hasta ahorita todo me ha salido bien, ustedes ya lo saben».
Esto lo citó dentro de un video donde le dio la bienvenida a sus fans en retribución por dejarla entrar a la de ellos en cada película en la que participó.
Otras casas en México y en el mundo
La Doña tuvo también un departamento en París, Francia, que fue el nido de amor que tuvo junto con su cuarto marido: Alexander Berger, a quien conoció en la década de los 40, pero no fue hasta 1956 cuando se unieron en matrimonio.
En ese inmueble, que estaba muy cerca del Arco del Triunfo, se la pasaba seis meses al año y los otros seis en tierras aztecas.
Otra de sus casas, la más famosa quizá, fue la que se encuentra en Polanco, dentro de la alcaldía Miguel Hidalgo. La musa del Cine de Oro Mexicano se encargó muy bien de adornar su hogar con increíbles y valiosas piezas antiguas que llegaron a darle un aspecto de museo. Su cama estaba hecha de plata, hecha por el artista Diego Rivera.
La Casa de Las Tortugas de María Félix fue construida en los años setentas por el talentoso Pepe Mendoza, un arquitecto con un sentido muy europeo de la arquitectura. Inspirada en las Villas Italianas, ubicada en Cuernavaca, Morelos, México.
La Casa de las Tortugas, Cuernavaca
Destinada a ser la casa de descanso de María Felix en la época del matrimonio con el pintor ruso Antoine Tzapoff, se trata de un inmueble construido al estilo de las villas italianas, en el que destacan tres plantas y una terraza con vistas a un amplio jardín y más allá a la ciudad.
Como su nombre lo indica, abundaban los reptiles: desde el pórtico, donde recibía una tortuga en piedra de cantera; otras más en un vitral multicolor; más tortugas en el fondo de la alberca, en mosaico veneciano, y hasta en el pasamanos del barandal de la escalera a base de pasta y con los caparazones de dichos animales. Pero también destacaban alfombras persas, candiles de baccarat e infinidad de plata. “Tengo la enfermedad de la plata”, dijo en televisión la artista cuando mostró aquel palacete.
Abrió la puerta tras ser cerrada en 2002
El hogar restaurado de María Félix en Cuernavaca, por primera vez abrió sus puertas en 2019, después de la muerte de La Doña en 2002.
Pasaron casi 17 años desde que la casa fue cerrada y gran parte de sus objetos subastados en una histórica jornada en la casa Christie’s de Nueva York. Sin embargo, esos espacios vuelven a cobrar vida en el lugar que habitó, gracias a su pasión por el coleccionismo y algunos de los objetos que más amaba.
Entre éstos se encuentran pinturas, porcelanas, textiles, platería y otros objetos que La Doña atesoró a lo largo de su vida con dedicación y pasión de coleccionista.
El espíritu de María Félix parece recorrer cada espacio de la casa y los jardines. Al entrar a la propiedad, deslumbra la mezcla ecléctica de diversas procedencias y épocas pero sin caer en lo ostentoso o en lo recargado, sino en un equilibro perfecto entre el lujo, la calidad de los objetos y el diseño de los espacios, realizado por ella misma.
¿Dónde se ubica?
Dirección: Av. Palmira 5, Palmira, 62490 Cuernavaca, Morelos, México
