El titular del Colegio de Ingenieros del estado de Morelos, Héctor Rosas, indicó que para bachear la ciudad de Cuernavaca se requieren de por lo menos 60 millones de pesos.
Resolver el problema de los baches en Cuernavaca va más allá de la buena intención de las autoridades sino de recursos económicos para ejecutar las acciones. Héctor Rosas señaló que la administración que está a cargo de José Luis Urióstegui necesitaría de la cantidad mencionada solo para tapar hoyos, ni siquiera para hablar de repavimentación.
Añadió que la aparición de los baches se debe a la falta de mantenimiento de las calles y el procedimiento con el que se “soluciona” el problema no es tapando los hoyos, «es necesario retirar el concreto completamente para pavimentar de nuevo».
«Nosotros técnicamente observamos que en las antiguas administraciones hubo una falta de mantenimiento a la infraestructura vial, mínimo cada año se le debe dar mantenimiento a todas las vialidades”.
Refirió que este problema no es exclusivo de la capital del estado sino también del resto de los municipios de Morelos.
El ingeniero civil detalló que antes de que una vialidad tenga un hoyo en el concreto, primero debió cuartearse y para evitar el bache se debe aplicar un tratamiento que técnicamente se le conoce como calavereo, el cual consiste en tapar las grietas. Si esta situación no se atiende el peso de los vehículos y el tiempo comenzará a causar daños en el pavimento.
Además, la temporada de lluvias hace que dicha problemática se intensifique; sin embargo, Rosas dijo que la administración actual ha retomado esta situación y trata de mitigar el problema, pero es necesario contar también con los recursos.
Especificó que «Cuernavaca posee un tipo de suelo, que en tiempo de secas es muy sólido, este tipo de suelo tiene empaquetado piedras y tierra muy fina y compactada debajo del concreto, y con las lluvias, los finos como técnicamente se le conoce a la tierra fina se empiezan a lavar o desgastar, dejando solo las piedras empaquetadas».
Destacó que este tipo de suelo sobre todo prevalece al norte de Cuernavaca y al tener estas condiciones y no hacer inspecciones cada año como debe de ser, puede ir más allá que un bache, que es cuando se podría generar un socavón.
“Tenemos unas pendientes bastante pronunciadas en Cuernavaca de norte a Sur y estás mismas pendientes lavan los finos, debajo van quedando pequeños socavones de máximo dos puños de área, el problema es que al pasar el tiempo junto con el peso de los vehículos, van perdiendo la capacidad de carga, entonces por eso se empieza a hundir».
El líder de los ingenieros señaló para evaluar los daños es necesario analizar la zona con la ayuda de autoridades del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Cuernavaca (SAPAC) para verificar que tanto las tomas de agua y drenaje estén selladas. Además de averiguar si el lavado de la tierra le compete a SAPAC o es la misma población que tira el agua en la calle.
“Es importante saber de dónde viene el agua, si es de un drenaje sanitario, toma domiciliaria o la misma población vierte agua en las calles”, aseguró que se han dado casos sobre todo con propiedades que cuentan con alberca, vacían el agua a las vialidades, lo cual también afecta.
Por último dijo que los baches y socavones sí se pueden evitar, sobre todo cuando se presenta un asentamiento de la vialidad.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del Inegi, emitida en julio de 2022, el 97.9% mayor de 18 años señaló a los baches como el principal problema que padecen “los baches” en sus ciudades.