Desde hace algunos años la iglesia católica en Morelos ha trabajado de la mano, no sólo con autoridades de los tres órdenes de gobierno, sino también con diferentes grupos sociales en busca de la pacificación del estado.
Si bien el XII obispo de la Diócesis de Cuernavaca, Ramón Castro Castro, podría considerarse, en recientes fechas, como el más mediático (por las mismas circunstancias que ha enfrentado), desde Sergio Méndez Arceo el contacto con grupos sociales ha sido parte trascendental de la búsqueda por la paz y justicia de los ciudadanos morelenses.
“No es este decreto una denuncia de que en el estado de Morelos tenga especial vigencia la tortura como instrumento de represión política, o de acción policiacas contra el crimen».
Pero en la opinión del pueblo mayoritario sin defensas sociales, económicas o políticas, las fuerzas policiacas no son una protección, sino una fuente de temor por los malos tratos y auténticas torturas empleadas para extorsión, intimidación, método de información o simplemente como reacción contra el aprehendido. Este decreto quiere ser ante todo una enérgica afirmación de la dignidad del hombre y de los derechos humanos. Es un llamado a la conciencia cristiana y una contribución a la paz pública en un Estado de derecho, como lo es México”, expresó el obispo.
La pacificación del estado y la inclusión de la iglesia en su búsqueda se ha fortalecido ante el incremento de casos delictivos. En 2015, en la primera mitad del sexenio de Graco Ramírez, el obispo Castro convocó a la ciudadanía a participar a la primera Caminata por la paz en la entidad, con el objetivo de exigir a los tres niveles del gobierno en turno mejores acciones de combate a la delincuencia y garantías para que los morelenses vivieran en un ambiente seguro.
A la caminata se sumaron candidatos opositores, como el hoy gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo. La Diócesis de Cuernavaca ha sido señalada y acusada desde hace varios años por su posicionamiento en contra de las acciones de gobierno; en el sexenio de Graco Ramírez, el Partido de la Revolución Democrática presentó una denuncia contra el jerarca religioso por supuestamente violar el artículo 130 de la Constitución Política que prohíbe el activismo en ministros de culto.
En respuesta, la iglesia católica mexicana respaldó al obispo Castro Castro asegurando que éste vivía una persecución, campaña de difamación y calumnias por unirse a las manifestaciones contra la violencia en la entidad.
La Caminata por la paz se sigue efectuando en Morelos y el jerarca religioso ha revelado, entre otras cosas, que 18 alcaldes, en 2019, eran víctimas de extorsión por parte de grupos criminales, quienes al igual que comerciantes tenían que pagar derecho de piso. Al finalizar la marcha, monseñor hizo un llamado directo a los carteles del crimen organizado a regresar al camino del Señor.
Si bien la Diócesis de Cuernavaca se ha mantenido muy activa en temas de denuncia contra la violencia e inseguridad en Morelos, actualmente está envuelta en otra controversia, pero ahora al haber sido acusada de ser un supuesto enlace entre políticos y líderes de la delincuencia organizada, luego de que se diera a conocer la fotografía donde aparece Cuauhtémoc Blanco Bravo con presuntos líderes del narcotráfico, misma que fue tomada en la iglesia de la Asunción, ubicada en el municipio de Yautepec.
En una manta colocada hace días se acusa que la iglesia fue el vínculo para este encuentro entre el mandatario estatal y los supuestos líderes del narco; sin embargo, la Diócesis de Cuernavaca lo ha negado y afirmó que la iglesia siempre estará a favor de la paz.
Hasta el momento el tema ha traído consigo que el jefe del Ejecutivo estatal sea investigado por las fiscalías General de la República y del Estado por supuestos vínculos con el crimen organizado. En tanto, la iglesia no se ha manifestado más al respecto.