La regidora Patricia Torres Rosales presentó ayer su solicitud de “licencia determinada por circunstancias excepcionales sin goce de sueldo”, al presidente municipal de Cuernavaca, José Luis Urióstegui, toda vez que fue víctima de un hecho que puso en peligro su vida.
Destacó que no se le hace justo que “por la negligencia del ex secretario Pablo Aguilar y otras personas provenientes de Acción Nacional yo no pueda realizar mis actividades y no pueda percibir mi sueldo que es el sustento de mi familia”.
Le informó al alcalde, a través de un escrito que: “El ex secretario Pablo Aguilar omitió la recomendación hecha por Protección Civil sellada de recibido por sus respectivas oficinas, cuya omisión puso en peligro nuestras vidas”.
El llamado
Torres Rosales, a través de José Luis Urióstegui, hizo un llamado a todos los integrantes del Cabildo “a no caer en contubernios u omisiones por amistad, complicidad o compadrazgo”.
Exhortó a los regidores “a recomponer y dignificar la figura de su cargo. Hoy me queda claro -dice al alcalde- que su equipo le falló y puso en peligro vidas”.
Patricia Torres puso en evidencia al edil Urióstegui, al mencionar que no se está trabajando por Cuernavaca; señaló que “es momento de corregir el rumbo (…) es momento de reconsiderar que primero son los intereses de Cuernavaca antes que los presuntos beneficios económicos e intereses personales y grupales de los diferentes partidos”.
Su salud
La regidora señaló que en este momento de su postración “lucho día con día contra una bacteria que ahora se aloja en mi cuerpo”, que la obliga a permanecer bajo vigilancia médica, motivo por el cual se ve obligada a solicitar licencia determinada sin goce de sueldo.