Una ciudad competitiva genera, atrae y retiene talento e inversión, sin embargo, en Cuernavaca ocurre todo lo contrario.
De acuerdo con el más reciente informe del índice de Competitividad Urbana 2022, con 66 ciudades evaluadas, la capital morelense, que es gobernada por el panista José Luis Urióstegui, se encuentra dentro de las peores ciudades competitivas sin inversión y talento de México.
Cuernavaca fue considerada como la ciudad menos competitiva, de acuerdo al tamaño de su población (más de 1 millón de habitantes).
El Instituto Mexicano para la Competitividad, que realizó el estudio, indicó que la capital morelense es una ciudad cuyo uso de energía eléctrica es ineficiente: utiliza la mayor cantidad de KiloWhats por cada millón de pesos de actividad económica generada, lo que se traduce en un reto ambiental.
Además, presenta la menor cantidad de sectores económicos.
Para que los habitantes de una ciudad puedan interactuar y decidir con libertad, su seguridad física y jurídica son cruciales. En promedio, las ciudades redujeron la tasa de homicidios y secuestros, aunque aumentó la incidencia delictiva. Las ciudades más seguras son Mérida, Saltillo y La Laguna, mientras que las menos seguras son Tijuana, Juárez y Cuernavaca. Los aspectos considerados por el IMCO como necesarios para generar más y mejores oportunidades para las personas en las ciudades, son: seguridad, innovación y movilidad
En este sentido, Cuernavaca carece de los mismos.
Los retos que enfrenta Cuernavaca
La historia económica y política de nuestro país se vive en sus ciudades. Para tener ciudades más competitivas necesitamos planeación y coordinación entre los presidentes municipales, por ello IMCO Propone:
1. Coordinación. Implementar una figura de coordinación que interactúe con otros actores (sector privado, academia, organizaciones de la sociedad civil, etc.) y tenga poder de gestión.
2. Infraestructura dual. La inversión en infraestructura se puede enfocar a resolver más de un problema. Esta debe de estar acompañada de estudios de factibilidad, riesgos y costo-beneficio.
3. Gestión digital. Los gobiernos deben usar herramientas electrónicas para ser más eficientes, disminuir los costos y facilitar el acceso a servicios.