Desde el inicio de la pandemia por Covid-19, muchos especialistas proyectaban una crisis de salud mental. ¿Qué tan acertadas han sido estas predicciones? Así ha sido el impacto en la felicidad y bienestar de las personas
¿Cuándo se termina la pandemia? Hacia finales de marzo del 2020, la mayoría de los países habían establecido medidas de confinamiento social para tratar de contener el esparcimiento del virus SARS-CoV-2. Aunque nadie tenía claro qué tanto durarían dichas medidas, todos intuíamos que era insostenible mantener confinamientos estrictos por largos periodos de tiempo. A pesar de la incertidumbre, dos tendencias parecían inevitables: se avecinaba una crisis económica y otra de salud mental.
Las métricas para determinar el impacto del COVID-19 en la economía son muy claras, en cambio, resulta mucho más complicado evaluar qué efecto ha tenido la pandemia sobre el bienestar y la salud mental de las personas.
Por un lado, el bienestar psicológico es un fenómeno difícil de estudiar de forma objetiva. Por otro lado, existen muchas variables que complican este tipo de análisis. Por ejemplo, la pandemia ha golpeado a algunos países más duro que a otros, y dentro de cada país, no todos los grupos sociales han sufrido el azote del COVID de manera equitativa.
A pesar de todas estas complicaciones, diversos estudios recientes apuntan a una conclusión contraria a las predicciones de la mayoría de los expertos: en términos generales, el COVID no ha desatado una crisis de salud mental y tampoco ha impactado tanto en los niveles de bienestar psicológico de la gente alrededor del mundo.
¿Qué consecuencias ha tenido la pandemia en la salud mental de las personas?
Para evaluar el impacto de la pandemia sobre la salud mental y el bienestar psicológico, la revista The Lancet creó una comisión especial que ha integrado en un informe los resultados de decenas de investigaciones publicadas en el último año.
En cuanto a indicadores de salud mental, el estudio señala que hubo un incremento considerable en los niveles de ansiedad y depresión a nivel mundial durante los primeros meses de la pandemia; sin embargo, estas tendencias comenzaron a disminuir en el verano del año pasado hasta alcanzar niveles similares a los de antes de la pandemia.
¿Qué hay de los casos de suicidio? En otra investigación publicada en The Lancet, se estudiaron los reportes de suicidio en tiempo real en 21 países durante septiembre y octubre del 2020. En el caso de México, al igual que en la mayoría de los países estudiados, la tasa de suicidio fue ligeramente menor a la esperada de acuerdo con las proyecciones de años anteriores.
Por otro lado, el Informe Mundial sobre la Felicidad que publica cada año la Red de Soluciones de Desarrollo Sostenible de la ONU muestra que la humanidad ha sido mucho más resiliente frente a la pandemia de lo que muchos esperaban.
En la mayoría de los países, los niveles de felicidad y satisfacción de vida en el 2020 son muy similares a los de años anteriores a la pandemia. Lamentablemente, México fue uno de los países con un deterioro significativo en estas métricas. De acuerdo con la comparación del ranking mundial de felicidad antes de la pandemia (datos de 2017 a 2019) y el ranking actual (datos del 2020), México pasó del lugar 23 al 46.
México necesita invertir en una estrategia de salud mental
Resulta reconfortante saber que, en la mayoría de los casos, las personas cuentan con los recursos psicológicos para hacer frente a una crisis como la que estamos viviendo. Sin embargo, México ha sido de los países con mayor deterioro en los niveles de bienestar en el último año. Es fundamental que el gobierno y las instituciones públicas y privadas del país tomen en serio estos datos para generar estrategias que mitiguen las consecuencias psicológicas de la pandemia, especialmente para los grupos más vulnerables.
Fuente: El Heraldo de México
