Basura, una historia de mucho conflicto

Basura, una historia de mucho conflicto

La capital del estado produce diariamente, en promedio, 480 toneladas de basura, según datos del gobierno municipal. A lo largo de los años, en Cuernavaca, el servicio de recolección ha sido un conflicto entre autoridades y concesionarios que escala a tal grado que los afectados siempre terminan siendo los ciudadanos.

Fue en 2007 cuando la problemática inició, luego de que se concesionara el servicio, generando un negocio tanto para las empresas recolectoras como para los mismos funcionarios del municipio, quienes, sin importar el costo real del servicio, permiten que las empresas cobren lo que quieran, en perjuicio de los cuernavacenses.

Hasta ese entonces, el servicio de recolección estaba a cargo total del Municipio; sin embargo, con la llegada del panista Jesús Giles Sánchez se concesionó el servicio a la empresa Promotora Ambiental de Cuernavaca (PASA) por un periodo de 20 años; para ello, el Ayuntamiento vendió toda su flotilla de camiones y le entregó el centro de transferencia ubicado en la colonia El Polvorín.

Con la llegada del priista Manuel Martínez Garrigós al Ayuntamiento se dejó de pagar a la empresa, lo que generó que la ciudad entrara en una crisis sanitaria, luego de que PASA dejó de recolectar la basura, en demanda del pago de 16 millones 117 mil pesos que adeudaba el Municipio por el servicio de recolección.

Al no contar con los recursos suficientes para liquidar el adeudo, durante los gobiernos siguientes, encabezados por Jorge Morales Barud, Cuauhtémoc Blanco Bravo y Antonio Villalobos Adán, la empresa PASA siguió sin prestar el servicio, pese a que había ganado un litigio donde el juez ordenó regresarle la concesión y entregar el monto pendiente, más daños y perjuicios.

El Juzgado Segundo Civil ha requerido al actual gobierno municipal, encabezado por José Luis Urióstegui Salgado, liquidar el adeudo de 38 millones de pesos a la empresa PASA, sin embargo, la Comuna continúa sin los recursos suficientes para hacerle frente, por lo que ha solicitado al Congreso una ampliación presupuestal o suficiencia económica para acatar dicha ejecución de sentencia, pisando la fecha fatal para realizarlo.

Actualmente, la empresa recolectora inició un juicio ante el Tribunal de Justicia Administrativa (TJA) en contra del Ayuntamiento por una declaratoria de inicio del procedimiento para cancelar o rescindir la concesión; el juicio aún no concluye.

Pero el tema de PASA no es el único que debe enfrentar el ayuntamiento de Cuernavaca, ya que también existe un adeudo que asciende a 16 millones 639 mil 842 pesos a la empresa Transmocasa S.A. de C.V., que brindó el servicio en el trienio 2015-2018 a cargo del hoy gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco Bravo.

De acuerdo con el expediente TJA/3AS/212/2016, los magistrados del TJA ordenaron a la pasada administración municipal el pago de esa deuda, pero la sentencia fue ignorada así que se llegó hasta la última medida de apremio, determinando destituir a varios miembros del cabildo, aunque esta medida no se pudo concretar.

¿Qué pasará con el servicio?

El regidor presidente de la Comisión de Servicios Públicos Municipales, Jesús Raúl Fernando Carrillo Alvarado, explicó que la empresa KS Ambiental S.A. de C.V. estará prestando el servicio por un tiempo indefinido hasta cuando tengan alguna otra sentencia por responder, avalando esta decisión con varias condicionantes, como fue la reducción de aproximadamente dos millones de pesos al mes en el costo del servicio, que representa 24 millones de pesos anuales y poco más de 70 millones de pesos de ahorro en esta administración.

“Vamos a apostarle a la estabilidad, que sea la mejor empresa, el mejor servicio. Hoy nos sentimos cómodos, vemos que esta funcionando esta situación y estaremos muy observantes de que así continúe”.

¿Qué hacen las empresas con la basura?

En la capital morelense el camión recolector sale entre 4:30 y 5 de la mañana del Centro de Transferencia, ubicado en avenida estado de Puebla en la colonia El Polvorín, rumbo a su ruta del día, la cual varía dependiendo del día de la semana; en el caso del Centro Histórico pasa tres veces al día.

Posteriormente llega nuevamente al Centro de Transferencia donde se hace una valoración de los residuos, aquí se separan, -en un primer filtro-, los residuos que son valorizables.

La basura que queda en las bandas se va llenando de POLBAS (una especie de fertilizante), mismas que van al relleno sanitario de Loma Mejía, en donde se hace una segunda valoración de los residuos, se separaran nuevamente los que pueden ser valorizables.

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