“Lo que sucedió en Querétaro es una evidencia de cómo está contaminado el corazón del ser humano, pero en la Cuaresma tenemos la oportunidad para desintoxicarnos espiritualmente”, aseveró el obispo de la Diócesis de Cuernavaca, Ramón Castro.
En su mensaje a la comunidad católica en el primer domingo de Cuaresma, Monseñor Ramón Castro les recordó que es un tiempo de gracia que permite la oportunidad para desintoxicar el espíritu, para descontaminar el alma; “el ser humano se ha llenado de violencia, lo que sucede en Ucrania, Rusia, África; en nuestros estados, lo que pasó en Querétaro, es una evidencia de cómo está contaminado el corazón humano”.
Hizo una invitación para aprovechar el tiempo y luchar contra las tentaciones que hay en la vida como el poder, el dinero, el placer, la abundancia de bienes materiales, lo que, dijo, se puede hacer con la palabra de Dios, a través de la oración.
“La tentación del materialismo está presente todos los días de nuestra vida, lo material no nos va a hacer más felices en profundidad. Caemos en la tentación de tener y no de ser. La tentación del poder la podemos ver todos los días en las noticias, cuánta gente enferma de poder, cuánta gente que es capaz de pisotear y hacer guerras para tener más poder, para subir más alto y a cualquier precio. A cuántos servidores públicos no les interesa servir, sino tener más poder, incluso arruinando la vida de los demás”, comentó.
Parcela de poder
El prelado consideró que aunque sin dinero y sin poder, en casa se pueden tener pequeñas parcelas de poder; “decimos aquí mando yo, aquí se hace lo que yo digo, pero sin diálogo ni plática. En la vida y en el trabajo podemos ser verdaderos tiranos en nuestra pequeña parcela”.
Insistió en la oración para combatir las tentacionesque atacan a diario.
