Una de las salsas más conocidas y básicas de la cocina es la llamada holandesa, acompañamiento clásico de pescados y también de platos de huevos y verduras. Es deliciosa, pero muy rica en grasas al llevar una base de mantequilla y yema. Esta versión saludable es una alternativa nutritiva que que además nos permite compartirla con personas veganas, alérgicas o intolerantes a los huevos y lácteos.
Como base utilizaremos una crema de anacardos, fruto seco muy graso de sabor neutro, que podemos comprar ya en forma de crema natural en tiendas especializadas, o que podemos triturar en casa si los dejamos a remojo unas horas. Otra opción es emplear tahina o incluso mantequilla de cacahuete o almendras naturales, aunque estas sí tienen más sabor; al gusto.
Ingredientes
Para 2 personas
- Anacardos o tahina50 g
- Zumo de limón30 ml
- Aceite de oliva virgen extra15 ml
- Vinagre de manzana o arroz2.5 ml
- Mostaza5 ml
- Levadura de cerveza en copos 1 cucharada
- Cúrcuma molida al gusto (opcional, para dar color)
- Pimienta negra
- Sal
- Agua cantidad necesaria según textura
Cómo hacer salsa holandesa vegana
Dificultad: Fácil
- Tiempo total10 m
- Elaboración10 m
- Reposo2 h
Si se usan anacardos, dejar a remojo al menos dos horas. Después, colar y triturar con un robot o picadora hasta obtener una pasta homogénea y cremosa. Mezclar con el zumo de limón recién exprimido y colado, el aceite, el vinagre, la mostaza, la levadura de cerveza nutricional, y un poco de sal y pimienta.
Añadir cúrcuma molida al gusto para dar color y empezar a añadir un poco de agua, cucharada a cucharada, a medida que se va removiendo con unas varillas, hasta dar con la textura deseada, cremosa, más o menos espesa según el uso que se le quiera dar.
También se puede hacer batiendo todo en un robot o batidora de vaso. Probar y ajustar los ingredientes o el punto de sal al gusto. Usar inmediatamente o guardar en un recipiente hermético en la nevera.
Con qué acompañar la salsa holandesa saludable
Tradicionalmente la salsa holandesa es el acompañamiento típico de unos huevos benedictine, y por extensión es estupenda también para dar sabor a unos sencillos huevos cocidos o escalfados, salvo que seamos veganos o alérgicos. Es perfecta para tomar con verduras, tanto con hortalizas crudas y crujientes como unas crudités de zanahoria o pepino, como salteadas o cocidas al dente. Hace gran pareja con espárragos verdes y también con los blancos, sustituyendo así la típica mayonesa.